SEÑALES DE ESTRÉS DEL CUIDADOR


Llamamos “cuidador” a aquella persona que decide entregar parte de su tiempo para acompañar y hacerse cargo de una persona que, por enfermedad o condición especial de salud, lo requiere.

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Cuidar de un ser querido requiere de tiempo, energía y emociones equilibradas; exigencias que pueden parecer fácilmente abrumadoras.

El cuidado puede poner a prueba tu paciencia y fomentar la fatiga, la frustración y la culpa, convirtiéndose en una pesada y agotadora labor que cobra un alto precio sobre el cuerpo y la mente del cuidador. Los efectos sobre la salud física y mental están bien documentados:

CAUSAS DEL AGOTAMIENTO DEL CUIDADOR

Junto con la pesada carga de trabajo y las demandas emocionales del cuidado familiar, estos problemas también pueden contribuir al agotamiento:

  • Exigencias conflictivas al tratar de equilibrar las necesidades de la persona que recibe el cuidado, de empleadores y compañeros de trabajo, de familiares y las propias.
  • Falta de control sobre el dinero y los recursos, y falta de las habilidades necesarias para manejar eficazmente el cuidado de un ser querido.
  • Falta de privacidad, porque el cuidado puede dejarte poco tiempo para estar solo.
  • Confusión de funciones, dificultad para separar tus funciones como cuidador y como padre, hermano o cónyuge de quien recibe los cuidados.
  • Exigencias poco razonables impuestas a un cuidador por otros familiares o la persona a quien cuida.
  • Expectativas poco realistas sobre el efecto que los esfuerzos de cuidado tendrán en los seres queridos con enfermedades progresivas como el Parkinson o el Alzheimer.

SEÑALES DE AGOTAMIENTO DE LOS CUIDADORES

Existen diez indicadores que identifican que un cuidador puede estar experimentando un alto nivel de estrés:

  • • Ira o frustración hacia la persona que cuida.
  • • Ansiedad.
  • • Negarse a aceptar el estado de salud del ser querido.
  • • Gana independencia.
  • • Depresión.
  • • Agotamiento, que dificulta completar las tareas diarias.
  • • Problemas de salud, como enfermarse con más frecuencia.
  • • Incapacidad para concentrarse, lo que dificulta realizar tareas familiares u ocasiona que se olviden las citas.
  • • Irritabilidad y mal humor.
  • • Insomnio.
  • • Aislamiento social de los amigos y las actividades que solía disfrutar.

Otra herramienta para evaluar si atender a un ser querido te está afectando de forma negativa es un cuestionario de autoevaluación para cuidadores que la American Medical Association desarrolló y que la American Psychological Association recomienda.

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