Durante este tiempo de confinamiento, es importante que realices actividades que te relajen, por lo que te invitamos a que pongas en práctica tres recomendaciones de esta lista, que nos entrega la Psico-oncóloga Constanza Zúñiga, para ayudarte a manejar tu estrés.
Poner el cuerpo en estrés físico, mediante el ejercicio, puede aliviar el estrés mental y los beneficios son mayores cuando te ejercitas regularmente, debido a:
Intenta encontrar una rutina de ejercicios o actividad que disfrutes, como caminar, bailar, montañismo o hacer yoga.
¡Practica la aromaterapia, usando aromas para tratar tu estado de ánimo!
Los aceites esenciales o prender una vela aromática pueden ayudar a reducir tu sensación de estrés o ansiedad, y algunos aromas especialmente calmantes son: lavanda, rosas, vetiver, bergamota, camomila romana, flores de naranja, incienso, sándalo, ylang ylang, naranja o flor de azahar y geranio.
La cafeína es un estimulante que se encuentra en el café, té, chocolate y en las bebidas energizantes. Aunque las personas tienen diferentes umbrales para la cantidad de cafeína que pueden tolerar, en altas dosis puede incrementar la ansiedad.
Una manera de manejar el estrés es escribiendo; registra lo que te estresa para enfocarte pero además toma nota de las cosas por las que estás agradecido. La gratitud puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad al enfocar tus pensamientos en lo positivo de tu vida.
El apoyo social de los amigos y la familia puede ayudarte a sobrellevar los momentos estresantes; ser parte de una red de amigos te da sensación de pertenencia y autoestima, lo que puede ayudarte en momentos difíciles.
Es difícil sentir ansiedad cuando te ríes. Además, es bueno para tu salud porque reduce tu respuesta al estrés, reduce la tensión al relajar tus músculos y puede ayudarte a mejorar tu sistema inmunitario y tu estado de ánimo. Encuentra el humor en la vida cotidiana, pasa tiempo con amigos divertidos o ve un programa de comedia para reír y ayudarte a aliviar el estrés.
Toma control de los aspectos de tu vida que puedes cambiar y que te ocasionan estrés; una manera de hacerlo es decir “no” con más frecuencia. Esto es especialmente cierto si te das cuenta que aceptas más de lo que puedes manejar, ya que asumir demasiadas responsabilidades te puede dejar con sensación de agobio.