Las quimioterapias abarcan una gran variedad de medicamentos que se indican según el diagnóstico, pero a casi todas las personas la combinación de aquellos les provoca efectos secundarios en el cuerpo. Por lo mismo, es importante tener presente ciertas recomendaciones para acotar los efectos del tratamiento.

En el caso particular de la piel, que se vuelve muy sensible, los efectos pueden abarcar desde una sensación de picazón debido a la mayor sequedad que se produce, hasta la aparición de lesiones ampollares. Además, en la mayoría de los casos se suma la caída del cabello y alteraciones en las uñas.

Para enfrentar este tipo efectos, María Cecilia Orlandi, dermatóloga oncológica del Hospital Dipreca, aconseja “mantener humectada la piel, usando de preferencia productos sin perfume, en forma de lociones o cremas. El aseo de la piel debe realizarse con limpiadores de Ph ácido, cercano a 5,5, para proteger el manto ácido natural de nuestra piel. Esto permite disminuir la picazón y el riesgo de infecciones secundarias”, explica. Asimismo, es muy importante evitar la exposición directa a la radiación solar y tener un especial cuidado con el lavado de la ropa, que debe hacerse con productos no perfumados y con un enjuague muy prolijo, para evitar que al contacto con la piel, ésta se irrite.

Por otra parte, también se recomienda cambiar o mejorar los hábitos de alimentación, aumentando la cantidad de productos como frutas y verduras frescas, que aportan antioxidantes naturales, y evitando el exceso de grasas y frituras. También, “es muy importante eliminar el cigarrillo o alejarse de los fumadores”, sostiene María Cecilia Orlandi.

En forma complementaria, hay terapias, como las flores de Bach, el reiki y la acupuntura, que ayudan a sobrellevar de mejor forma los tratamientos complejos, porque son de gran utilidad para mantenerse tranquilo. En todo caso, si bien son un muy buen apoyo a la medicina tradicional, los especialistas recomiendan que siempre sean administrados por personas con una adecuada formación.